La calidad de las cámaras fotográficas digitales ha aumentado tanto y los precios han bajado de tal manera que comienzan a ser una opción asequible para el aficionado medio. En la actualidad (marzo 2003) las podemos encontrar desde unos 300 € (50.000 Ptas.) o incluso menos con una calidad y prestaciones más que aceptables, y es de esperar que los precios sigan bajando y la calidad aumentando.
Son interesantes para los usuarios que deseen colocar las fotos en Internet o que quieran manipularlas en el ordenador. Comprar una cámara digital pensando en hacer muchas copias en papel aún no es rentable, pues sale mucho más caro. Hay que tener en cuenta también, que un escáner de sobremesa es mucho más barato y permite digitalizar fotografías con calidad aceptable para ver en la pantalla del ordenador, manipularlas o colocarlas en Internet. Si bien, al tener que revelar las fotos primero carece de la inmediatez de la fotografía digital.
Características de las cámaras digitales
Resolución
La resolución suele expresarse en píxeles e indica el detalle que es capaz de captar el sensor de la cámara, o sea el número de unidades sensibles que recogerán la información que entre por el objetivo (a efectos prácticos, los píxeles no son más que los puntos de colores que forman la imagen digital). Normalmente la resolución se expresa en millones de pixeles (megapíxeles): 2 megapíxeles, 4 megapixels… o también como producto: 1600×1200 píxeles.
A mayor resolución más calidad. Las cámaras con más resolución que podemos encontrar hoy en día se mueven alrededor de los 5 megapíxeles Aún están muy lejos de los 20 millones de puntos de una película de 35 mm. No obstante, una cámara de 2 megapíxeles ofrece resolución de sobra para trabajar en el ordenador y suficiente para imprimir copias en papel de 10×15 (tamaño postal). Más de 2 megapíxeles sólo son necesarios si pensamos hacer ampliaciones.
Memoria
La memoria es donde se guardan las imágenes que sacamos. Aunque algunas cámaras sólo tienen memoria interna, (no permiten otra posibilidad más que descargar las fotos en el ordenador o borrarlas cuando la memoria está llena) cada vez es más habitual que vengan provistas de una tarjeta de memoria intercambiable (cuando se llena podemos quitarla, poner otra tarjeta vacía y continuar sacando fotos). Las cámara suelen incluir una tarjeta de 8 ó 16 megas. La cantidad de fotos que podemos guardar en ellas depende de la resolución, la compresión utilizada y la cantidad de detalles que tenga la imagen. Por ejemplo, una tarjeta de 8 megas puede almacenar entre 5 y 8 fotos a la máxima resolución y calidad en una cámara de 2 megapíxeles y entre 80 y 100 fotos con la resolución más baja (suficiente para Internet). Si la memoria nos resulta insuficiente podemos comprar otra tarjeta. Existen diversos tipos: Memory Disck, Smart Media, Compact Flash… y capacidades: 8 megas, 16, 32, 64 ó 128. No son baratas, una tarjeta Compact Flash de 32 megas puede costar más de 30 €, y cada modelo de cámara admite sólo un determinado tipo de tarjeta.
Distancia focal
Aunque podemos encontrar cámaras digitales con una distancia focal fija, la mayoría cuenta con un zoom óptico (basado en el movimiento de las lentes internas) equivalente a 35-105 ó 35-115 en la mayoría de las ocasiones. Además también pueden incorporar un zoom digital (funciona por interpolación, es decir, se inventa los píxeles o puntos de color). No es muy recomendable usarlo ya que produce pérdida de calidad. Este mismo efecto se puede lograr con los programas de retoque de imágenes con una pérdida algo menor.
Baterías
Las cámaras digitales consumen mucha energía, por eso hay que asegurarse de que la que compremos tenga baterías recargables y cargador para conectarlo a la red, porque no todas lo tienen.
Conexión al ordenador
Una vez hemos llenado la tarjeta de memoria, tenemos que descargar las imágenes en el ordenador. Normalmente se usa una conexión USB, pero algunas permiten también usar conexión serie. Las hay que emplean una conexión por infrarrojos y algunas permiten transferir las fotos directamente a la impresora.
Pantalla LCD
Es un pequeño monitor de cristal líquido que nos permite ver la foto que vamos a sacar y las que tenemos almacenadas. También suele indicar los ajustes realizados y nos muestra las opciones de los reglajes de la cámara.
Equipamiento
Las funciones y regulaciones que tenga la cámara son las que van a determinar, en gran medida, el precio final. La mayoría suelen permitir desconectar el flash para sacar fotos donde no está permitido su uso, tienen función de reducción de ojos rojos y función de corrección de la exposición (aumentar o disminuir algunos diafragmas sobre la medición de la cámara). Casi todas permiten grabar secuencias de vídeo y algunas llevan un micrófono incorporado para grabar sonidos. Es interesante el control del balance de blancos, que permite adecuar la cámara al tipo de luz: luz de día (normal), nubloso, luz de lámpara fluorescente o luz de lámpara de tungsteno (bombillas incandescentes). Estas correcciones hay que realizarlas con filtros o películas especiales en las cámaras clásicas.
Además pueden tener otras funciones, como diferentes tipos de medición de la luz, regulaciones manuales de diafragma y obturación, diferentes modos de enfoque, enfoque a infinito (útil en la fotografía de paisaje y cuando hay obstáculos que pueden inducir a error al autofoco: el cristal de una ventana, los barrotes de una verja…), regulación de contraste y luminosidad de la pantalla LCD, etc.
Tratamiento de las imágenes
Probablemente, la ventaja más atractiva que ofrece la fotografía digital al aficionado sea que permite un control total del proceso fotográfico desde que se dispara la foto hasta que obtenemos la imagen definitiva. En la fotografía tradicional, si queremos hacer modificaciones, montajes, controlar los colores, etc. necesitaremos disponer de un laboratorio propio y manipular productos químicos. La fotografía digital permite realizar muchas más modificaciones, más rápido y más fácilmente con sólo disponer de un ordenador y del programa adecuado.
Algunos de los programas más usados son Adobe Photoshop y Corel Photopaint, si bien tienen un precio bastante elevado. Paint Shop Pro también se usa mucho; es un programa Shareware, es decir, lo descargas, lo pruebas durante 30 días y si te gusta lo compras. También hay otros programas gratuitos, como The Gimp, que es una opción muy interesante si no queremos gastar dinero. Puedes encontrar un tutorial para manejar The Gimp aquí.
Algunos periféricos, como el escáner o la propia cámara digital, pueden traer programas de retoque fotográfico que suelen ser versiones reducidas o antiguas de otros programas, pero cumplen perfectamente su función y permiten un gran número de retoques y manipulaciones. Puedes descargarte programas de retoque fotográfico, tanto gratuitos como versiones de prueba desde Softonic u otras webs de descargas de programas.